jueves, 14 de mayo de 2009

¿Estás segur@?

El enorme y veloz crecimiento que ha experimentado el fenómeno de las redes sociales provoca diariamente miles de nuevos adeptos. Su éxito y su función socializadora son incuestionables. No obstante, cada vez son más sus detractores y los que exigen un mayor control en cuestiones de privacidad, defensa para los menores y faltas a la intimidad.

La última alarma que han generado este tipo de Redes Sociales; en especial Facebook, ha surgido a partir de una serie de despidos cuanto menos llamativos. Éstos fueron llevados a cabo por diversas empresas con motivo de los comentarios abiertamente publicados por sus empleados. En ellos criticaban abiertamente a su jefe, sus compañeros o su situación laboral en general.

Kevin Colvin, un joven empleado de banca pidió a su jefe ausentarse en el trabajo porque le había surgido una “emergencia familiar”. Al poco tiempo el jefe encontró una foto de Kevin disfrazado de hada (purpurina en la cara incluida) pasándoselo en grande en una fiesta de Halloween. La foto había sido colgada en Facebook por el propio Colvin y, su jefe, que formaba parte de su lista de “amigos”, le despidió por mentiroso. La foto ronda por la red y ya circulan varios e-mails haciendo broma de ello.

El diario británico Mail Online publicaba la historia de Kimberley Swan, la joven de dieciséis años de edad que confió a sus contactos de Facebook sus impresiones sobre su nuevo trabajo. “¡Qué aburrido!”, expresó en un principio. Pocos días más tarde anunció en la red: “todo lo que hago es desmenuzar y escanear papel. Estoy totalmente aburrida”. Su jefe, aunque no se conoce cómo consiguió ver dichos comentarios, exigió que los borrara, porque no quería ver esas noticias acerca de su empresa en la red. La joven le respondió que lo había hecho en un sitio personal, y que además no había puesto en ningún lado el nombre de la empresa. Pero sus razones no debieron resultar convincentes para él, ya que Kimberley recibió unos días después una carta de despido.

Por otro lado, la compañía aérea Virgin Atlantic despidió a trece miembros de su equipo de tripulantes de cabina por criticar en la Red Social la situación laboral en la que se encontraban, la falta de higiene (afirmaban que a menudo encontraban cucarachas en los aviones) e incluso insultaban a determinados pasajeros.

El debate es lógico y la solución necesaria. ¿Tienen derecho a despedir a alguien por sus opiniones personales? Y, lo que es casi más importante; ¿Es realmente necesario e inteligente publicar de manera abierta ciertas cosas sobre nuestra vida privada?


Pablo Lloret Martínez.
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